Cómo tratar la piel irritada en bebés

La piel de los recién nacidos es muy frágil y sensible. Es por ello que debemos tener un especial cuidado a la hora de tratarla. Las diferentes capas de piel de los bebés son más finas que en los adultos y debemos protegerla de determinados agentes que la pueden dañar: temperatura, humedad, roces, productos químicos, etc. La piel irritada en bebés es un tema importante con el que debemos tener especial precaución ya que puede ser muy molesto para el bebé e incluso llegar a convertirse en un problema crónico si no es tratado a tiempo.

La dermatitis en recién nacidos

La piel tiene un papel fundamental como barrera protectora de nuestro cuerpo frente a agentes agresivos externos.

En el caso de los recién nacidos, su piel no está totalmente desarrolla y esa función de barrera protectora no se está realizando correctamente. Es por ello que debemos prestar atención a una serie de cuidados que debemos proporcionar para evitar la piel irritada en bebés.

La dermatitis atópica es un problema cutáneo que cada vez afecta a más bebés. Está relacionada con factores genéticos y medioambientales, aunque en general con el paso de los años suele mejorar, en un principio y en el caso de los bebés es un problema alarmante y preocupante para los padres.

Se caracteriza por una sequedad extrema de la piel acompañada de rojeces, prurito y una sensación de picor que genera malestar y disconfort en el bebé.

Podemos reconocer una dermatitis atópica en el bebé ya que la piel está muy seca, puede presentar escamas, aparece prurito, placas rojas, secas y rugosas que aparecen en forma de brotes y suelen ser más comunes en la cara y los pliegues (cuello, codo, ingles, tobillos).

La piel irritada en bebés es un problema muy molesto. La dermatitis atópica presenta mucho picor, lo que origina una incomodidad para el bebé. Puede provocar problemas para dormir, intranquilidad, etc. En casos en los que el picor es excesivo, el bebé trata de aliviarlo rascándose y puede derivar en zonas de la piel con una irritación extrema e incluso llegar a tenerlas en carne viva.

piel irritada en bebés

Si sospechas que tu bebé puede tener dermatitis atópica, es fundamental que lo trates cuanto antes. Consulta con tu pediatra y sigue una serie de recomendaciones básicas. El tratamiento correcto en los inicios de la enfermedad puede llegar a mejorar notablemente su calidad de vida y paliar los efectos de la piel irritada en bebés.

En los casos más extremos puede ser necesario que tu pediatra te prescriba una serie de medicamentos que, combinados con unos determinados cuidados dermocosméticos proporcionarán alivio a tu bebé y mejorarán su calidad de  vida.

Prevenir las rozaduras en bebés

Para aliviar la piel irritada en bebés  es fundamental que consultes con tu pediatra para que pueda valorar el grado  de sequedad de la misma y aplicar un tratamiento farmacológico en caso de que sea necesario.

En la mayoría de las ocasiones, siempre que no se trate de una dermatitis severa, es posible que no sea necesario aplicar tratamiento farmacológico pero sí una serie de recomendaciones fundamentales para evitar las rozaduras en la piel del bebé o disminuir su malestar en caso de que ya las tenga.

Las rozaduras suelen aparecer por diversos factores: humedad por ejemplo de la baba si continuamente tienen la barbilla húmeda o en los pliegues de las ingles o el cuello si no los secamos bien después del baño, temperatura ambiental, composición de la ropa con la que está en contacto e incluso por la alimentación.

Estas recomendaciones generales en caso de piel irritada en bebés son las siguientes:

Higiene y baño:

– No bañar inmediatamente al recién nacido tras el parto. El vérmix es una capa grasienta y blanquecina que cubre al bebé y lo protege del medio acuoso en el que está mientras éste se encuentra en el vientre de la madre. A nacer, hay bebés que nacen total o parcialmente con el vérmix y cada vez más la recomendación es NO lavar al bebé inmediatamente tras el parto y permitir que sea la piel la que lo absorba ya que está comprobado que una de sus funciones principales es la de proteger la piel del bebé de infecciones, roces e irritaciones.

Los baños completos en agua deben ser espaciados en el tiempo. Un bebé recién nacido no tiene apenas actividad ni sudor y no necesita un baño diario. De hecho, el baño diario puede perjudicar su piel al eliminar los elementos que le protegen de las agresiones externas. Es recomendable utilizar una esponja suave y agua y jabón neutro para limpiar la zona en cada cambio de pañal o el cuello en caso de que se manche de leche pero limitar el baño a unas dos veces por semana.

– Cuando realicemos un baño en bañera, debemos limitar el tiempo que el bebé permanece en el agua. No prolongar el baño más de 5 o 10  minutos y, en los casos que sea posible, cuando existe dermatitis atópica es recomendable realizar duchas en lugar de baño.

– La temperatura del agua debe estar en torno a los 36 grados.

Cambiar el pañal habitualmente ya que la acumulación de orina y heces ocasiona la aparición de bacterias que propician la piel irritada en bebés.

– Utilizar siempre productos de higiene específicos para el bebé ya que sus componentes son más respetuosos con su delicada piel y la van a proteger. En caso de padecer dermatitis atópica puede ser recomendable la utilización de productos de higiene específicos para la dermatitis atópica.

Limitar el uso de toallitas ya que, aunque pueden ser muy cómodas, contienen una gran cantidad de químicos que pueden perjudicar la piel irritada en bebés.

Secar muy bien al bebé después de cada baño, ducha o cada cambio de pañal. Secaremos sin frotar ni arrastrar la toalla, levantando bien todos los pliegues del bebé para secarlos correctamente y con una capa de baño 100% algodón.

piel irritada en bebés

– Después del baño o de cada cambio de pañal, hidratar muy bien la piel del bebé con crema hidratante.

– Cortar las uñas con frecuencia para que, cuando se rasque, evitar en la medida de lo posible que se realice heridas.

Ambiente:

– Mantén una temperatura constante en el hogar (entre 19 y 20 º) y humidifica su habitación.

No fumar en casa, delante del bebé ni mantener al bebé en lugares con humo.

Pasa frecuentemente el aspirador para liberar el ambiente de polvo y ácaros. Presta especial atención a los peluches y lávalos con asiduidad ya que acumulan una gran cantidad de polvo y ácaros.

Ropa:

– Es fundamental que la ropita que utilicemos para el bebé y todo el textil que vaya a estar en contacto directo con su piel sea 100% algodón (bodys, pijamas, ropa, capa de baño, sábanas, etc).

Evitar la lana y tejidos sintéticos en contacto directo con la piel.

– Lavar la ropa con un detergente para pieles delicadas y evita el uso de suavizante en el lavado de la colada.

Alimentación:

– La recomendación es prolongar la lactancia materna el máximo tiempo posible.

Evitar la introducción de la alimentación complementaria antes de los 6 meses de edad y retrasa la introducción de aquellos alimentos que se consideran «alergizantes» al menos hasta el año de edad: huevos, ciertos pescados, algunas frutas, etc.

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